miércoles, 8 de enero de 2014

Helio Martínez Márquez



Patricio egregio, hombre de acción que halla su mayor complacencia en el bien de su región y de Colombia con valor cívico igual a su carácter y con la sinceridad demoledora que lo engrandece.
Nació en Filandia el 8 de octubre de 1915, en la plácida finca “El Recreo”, como él mismo lo afirma alegremente. Obtuvo su título de abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín en 1942 especializándose en Derecho Penal. Insignes fueron sus defensas ante el jurado; y por muchos años ejerció su profesión. Su familia se radicó en Armenia en 1932. En el Gran Caldas fue diputado y presidente de la Asamblea y secretario de Educación departamental; concejal y presidente del Concejo de Armenia en varios periodos; ocupó la alcaldía de Armenia y la gerencia de las Empresas Municipales; gerente de la Lotería del Quindío. Colaborador de “El País” de Cali, “El Siglo” de Bogotá y “La Patria” de Manizales. Actualmente escribe en “La Crónica del Quindío”.
Martínez Márquez domina los veneros del idioma; despliega la vehemencia de nuestros tribunos ejemplares; reflector prodigioso que irradia elocuencia por todos los poros, hecha genio y deleite en el momento de la acción; excelente crítico, su alma ha sido una permanente floración de dinamismo; cautiva la fuerza de su pensamiento y la arquitectura subyugante de su estilo. Por su doctrina y su palabra, por su ideología insobornable, por su cultura hidalga y paradigmática, por su civilidad inagotable, por su fe en la potencia del espíritu y de los principios éticos, por sus “Heliadas” implacables contra la corrupción administrativa y la inmoralidad y la podredumbre políticas y la descomposición social, en un constante anhelo de los más elevados ideales, nuestro ínclito coterráneo ocupa un sitio de singular relevancia en el Quindío y figura de primer plano de los valores grancaldenses.                                    Murió el 4 de enero de 2014 en Armenia.

Jaime Naranjo Orrego
Filandia, Quindío

Publicado en el diario La Crónica del Quindío
Armenia – 8/oct/96